Muchos niños en nuestras escuelas no se sienten acogidos, como consecuencia de esto, no hacen frente a los desafíos. Esto se debe a que los profesores no ven su necesidad y por tanto no lo sienten.
Tenemos que tener muy presente como educadoras, que hay niños que están sufriendo y al ser niños no piden ayuda. Debemos ayudar a los niños para que se sientan queridos, ya que todos nos lo merecemos.
En el texto vemos que nos cita dos conceptos, que aunque puedan parecer muy similares, se diferencian bastante, estos son inclusión y exclusión.
Por inclusión entendemos a dar respuesta educativa a todos los alumnos. Realizando las adaptaciones que sean necesarias.
Aunque pensemos que en los centros se da una inclusión del alumnado, en la mayoría de los casos, los alumnos con necesidades especiales no están integrados, en muchas ocasiones son considerados como marginados. Como educadores debemos concienciar tanto a los alumnos como a los padres de esto. Para ello necesitaremos un apoyo conjunto y sobre todo de que un niño con necesidades no retarda el aprendizaje de los demás, si no que les ayuda y les enseña a ver sus dificultades, a ver que lo más fácil puede resultar muy complicado y a esforzarse por conseguir algo.
El problema de todo esto no radica solo en los estudiantes, sino también en los padres, que en muchas ocasiones marginan a los niños, pero no se ponen en su situación. Si todos nos concienciásemos avanzaríamos mucho más deprisa hacia una sociedad mucho más igualitaria y sobre todo, como educadoras, concienciando a nuestros alumnos, ya seria labor de los alumnos concienciar a los padres.
El problema de los maestros es que, en ocasiones, nos gusta más lo fácil, es decir, el niño más listo, mas espabilado… pero para mí es más importante, lo que para algunos pueda ser un “logro insignificante” para un niño con necesidades, que un “gran logro” para un niño denominado “normal”. Debemos ayudar a avanzar a los niños y alegrarnos de sus avances, debemos ser conscientes de que un paso por pequeño que sea es un gran avance y un gran progreso.
En el texto nos cita “estos niños no estaban satisfechos con su vida y estaban tristes” Claro que están tristes, porque no están integrados. En muchas ocasiones, los educadores tendremos a lo fácil, como he dicho anteriormente, ya que a veces si nos encontramos a un niño que presenta alguna dificultad lo dejamos a un lado, realizando actividades diferentes y no le hacemos mas caso.
Me gustaría añadir un ejemplo, cuando estuve de prácticas, tuve a un niño así, fui a cogerlo y me dijeron “déjale que es muy raro”. Cuando llegue a esa clase ese niño estaba solo, no se movía, sentado en una hamaca, sin moverse, si alguien se le acercaba lloraba, por eso nadie le prestaba ninguna atención, pero yo me empeñe en que ese niño no era así y así fue, cuando acabe esa clase, Daniel era un niño con muchísimas virtudes. Cuando acabe mis prácticas en esa clase, Daniel, jugaba, se reía, venía a darte juguetes para que estuvieses con el etc., ya que lo único que necesitaba era un poco de atención y sentirse querido. Su profesora, cuando venia su madre le decía “como ha cambiado el comportamiento de Daniel”, pero ella no había hecho nada por ese cambio. Para mí un niño con necesidades te busque y requiera tu compañía, se ría contigo, es el mejor regalo que puedes tener como educadora, ya que habrás superado una dificultad, una barrera.
Mi compañera de prácticas siempre me decía, “te gustan los niños más raros”, en mi practica tengo a un primo autista y con ello se que es difícil, ya desde que le den plaza en un colegio, que el médico diga que la madre tiene la culpa de que el niño sea así por su falta de apego, de que unos padres celebren el cumpleaños de su hijo e inviten a todos sus compañeros menos a él y muchísimos más ejemplos. Debemos tener claro que todos tenemos ilusiones y que si la mayor ilusión de un niño es tirar piedras a una pared y nosotros nos esforzamos por compartir esa ilusión, aunque cueste cien días, ese niño llegara un dia a buscarte para que tires piedras con él en esa pared. Si todos juntos ayudamos, ese camino tan complejo, un dia será más fácil. Lo único que quiero añadir, es que mi primo se levanta cantando todas las mañanas y por eso sabemos que se ha despertado.
Debemos eliminar las barreras para poder estar todos integrados. Todos merecemos la misma educación, por lo que no se deben establecer criterios para determinar la escolarización de los niños. Todos debemos estar preparados para asumir las dificultades.
VIDEO: “DISMINUIR EL PASO”
En este video vemos como un niño autista, que su gran ilusión es correr, va al médico antes de la carrera y le dice que no puede correr porque puede sufrir una rotura de ligamentos. El hermano del niño le dice al médico que le deje correr que es su mayor ilusión y al final corre, pero en medio de la carrera el niño se cae y entre todos los participantes le ayudan a llegar hasta el final.
Escuela inclusiva es que todos tienen oportunidades y que todos ganan, todos llegan a una meta ¿Cómo podemos llegar? Apoyando a que todos lleguen. Este video refleja la escuela inclusiva
Los documentos institucionales obedecen a una realidad en los centros. La escuela inclusiva debe estar reflejada en los documentos, en los que a veces la dimensión de la planificación la vivan, porque la acción la realizan desde la normativa docente.
Le escuela inclusiva está basada en dos principios: en la equidad y en la justicia social. Debemos preparar a los niños para los aprendizajes básicos en la etapa obligatoria. Esto lo haremos porque estamos en un sistema democrático.
Nuestro sistema se entiende que es inclusivo porque el sistema es democrático, esto supone que es un sistema abierto, por lo que se van disminuyendo las diferencias. Por lo que vamos construyendo un sistema educativo más abierto y flexible. Somos una escuela que atiende a la diversidad. Pero de la teoría a la realidad de los centros hay un gran paso, vemos que en realidad hay muchos alumnos desplazados.
Debemos atender a las diferencias sintiéndolas de otra manera. Debemos ver a los niños en términos profesionales mas allá de que sean listos o guapos, si no que debemos ver que hay niños desfavorecidos. Los profesores debemos garantizar la igualdad a todos los niños y hay profesionales que no ven ni sienten.
La diversidad y las diferencias se dice que han bajado el nivel, ya que las diferencias requieren adaptaciones, pero no es que se haya bajado el nivel. En las aulas, se tiende a realizar agrupamientos poniendo a los niños juntos según si nivel.
En la escuela inclusiva debemos tratar la diferencia (ya sean problemas de comportamiento, síndrome de Down…), es una cuestión de ver y sentir. Según vemos y sentimos así actuamos, nadie ve fuera de lo que no quiere ver. Yo no veo injusticia o desigualdad su previamente no lo he pensado, si yo me creo que infantil es pinta y colorea y no voy mas allá se dará lo contrario a la equidad y a la justicia social. Sujeto de corrección será el que tenga la diferencia, por ejemplo, ser gitano, africano… ya que no hay entendimiento.
No debemos catalogar, ni etiquetar a las personas porque podemos hacer mucho daño. Con esto me refiero a que si por ejemplo tenemos a un niño revoltoso y vamos pregonando que es malo, ya le veremos siempre como que es malo y le trataremos siempre igual, no le brindaremos oportunidad de cambio.
Cuando el contexto se adapta a las personas con dificultades, discapacidades, esa discapacidad no se pondrá de manifiesto, si el contexto no se adapta a esa discapacidad, esta se convertirá en deficiencia. Por lo que debemos modificar el currículo, las tareas, las soluciones… debemos adaptar las relaciones, si no sabemos cómo tratar a un niño alomejor el que debe ir al orientador somos nosotros, los profesores y no los niños, así nos podrán dar estrategias.
Ver y mirar de una manera implica no centrar la atención en los niños, no mirarlos a ellos, si no centrarnos en el contexto. Cuando se produce una adaptación del contexto es cuando verdaderamente se da una escuela inclusiva.
7 de abril del 2011
ANA ISABEL NICOLÁS LÓPEZ
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